A mediados del siglo 16, el Rey portugués D. João III ofrece un regalo de boda muy raro a su primo, el Archiduque Maximiliano de Austria: un elefante asiático.
Este romance brillante, escrito por el Nobel de la Literatura José Saramago, cuenta la historia del viaje épico del elefante llamado Salomón que tuve de atravesar la Europa debido a los caprichos reales y a absurdas estrategias. Una visión muy profunda sobre la condición humana a través de las palabras sabias del notable escritor José Saramago.
¡Una ruta inspiradora que puede ser el motto perfecto para descubrir las Aldeas Históricas de Portugal!
Castelo Novo
Anidada en la falda de la Sierra de Gardunha, la Aldea Histórica de Castelo Novo es un local inspirador lleno de encanto. Camine por sus calles acogedoras, suba al castillo y contemple un paisaje natural arrebatador!
La Casa da Lagariça es una tienda muy agradable y acogedora que se ubica en la deslumbrante Aldea Histórica de Castelo Novo y que ha creado un muñeco verdaderamente único: Petrus! Este es un muñeco hecho a mano que tiene el nombre del primero gobernador de la Aldea Histórica de Castelo Novo, Petrus Guterri.
Belmonte
El viaje de Salomón sigue hacia la magnífica Aldea Histórica de Belmonte. Ubicada en un paisaje natural arrebatador, Belmonte fue el el local de nacimiento del descubridor de Brasil, Pedro Álvares Cabral. En su visita a Belmonte, no deje de visitar el Museo Judaico de Belmonte, un museo muchísimo interesante que retrata el legado judaico, y también el Centro de Interpretación de Belmonte, un espacio interactivo que pretende lanzar una luz nueva sobre la inagotable temática de las Descubiertas Portuguesas.
Sortelha
El viaje de Salomón se detiene ahora en la encantadora Aldea Histórica de Sortelha, beneficiando de una ubicación muy rara en el topo de un afloramiento rocoso. Esta Aldea Histórica tiene un echarme medieval con sus casas bonitas en granito. Un local mágico en el corazón de un paisaje intemporal!
Castelo Rodrigo
Castelo Rodrigo es una de las Aldeas Históricas de Portugal. Con una vista sobre el altiplano de Ribacôa, Castelo Rodrigo le encantará con sus detalles maravillosos: calles estrechas y pintorescas, casas acogedoras con macetas de flores coloridas suspensas en las ventanas y un pueblo hospitalero y de sonrisa abierta. Pase en el Páteo do Castelo, propriedad del francés André que se ha enamorado de este local, y pruebe sus deliciosos tés y su tarta de almendra!
