Los Caminos de Santiago que conducen a Santiago de Compostela, en España, atraviesan Portugal de norte a sur, recorridos por peregrinos durante siglos. La tradición de la peregrinación se remonta a la Edad Media y su destino es la impresionante Catedral de Santiago de Compostela, donde se encuentra la tumba del Apóstol Santiago, que evangelizó la Península Ibérica cuando aún formaba parte del Imperio Romano. Esta semana seguimos el Camino de Santiago Central Portugués que comienza en Lisboa, pasando por Tomar, Coimbra, Águeda y Albergaria-a-Velha. Se trata de un viaje por los paisajes más increíbles. Pero, sobre todo, es un viaje de autodescubrimiento.
El Camino de Santiago Central Portugués, que comienza en la Catedral de Lisboa, ha sido siempre una de las rutas favoritas, sólo superada en número de peregrinos por el Camino de Santiago Francés.
Esta ruta sigue las orillas del río Tajo a través de Tomar, la antigua fortaleza de la Orden de los Templarios en Portugal. Desde Tomar continúa hasta Coimbra, pasando por Alvaiázere, Ansião y Rabaçal. En Coimbra, es imprescindible visitar el Monasterio de Santa Clara-a-Nova, que alberga la tumba de la reina doña Isabel (siglo XIV), que también recorrió el Camino de Santiago. La Santa Reina fue enterrada con los símbolos de la vieira, la cruz de Santiago y el báculo. En dirección al norte, la ruta continúa hacia Mealhada, Águeda, Albergaria-a-Velha, São João da Madeira y Grijó, antes de entrar en Oporto, donde comienza el Caminho do Norte.
Imagínese un puente y un apacible río que corre por debajo. Imagínese una ciudad romántica y encantadora, como si la hubieran pintado las hábiles manos de Cézanne. Imagine un magnífico convento con ocho claustros. Imagínese un lugar en el que la presencia de los Caballeros Templarios todavía se puede sentir por completo. No, esto no es el argumento de El Código Da Vinci de Dan Brown.
Se trata de Tomar, una joya oculta de Portugal que cada 4 años se llena de flores para que todo el mundo la vea durante la famosa Fiesta de los "Tabuleiros". Toda la ciudad se vuelca en este evento, llevando la expresión "trabajo en equipo" a un nivel completamente nuevo. Pero la pasión merece la pena. El arte imita a la vida.
En los alrededores de Tomar todos los caminos le llevarán a Fátima, uno de los santuarios católicos más inspiradores del mundo. Un lugar de silencio, donde no hacen falta palabras, sólo la fuerza de la fe. Fátima acoge a todo el mundo, independientemente de su religión, credo o creencias. Un lugar de reclusión y pura tranquilidad.
Acompáñenos. Este es un viaje para recordar.